masa por velocidad de la luz al cuadrado

«No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicarselo a tu abuela.» Albert Einstein

Demasiado lío desde la última entrada, vacaciones de Semana Santa por el medio…y una pequeña dosis de indecisión para apostar por una foto que encabezase la entrada. La idea la tenía más o menos clara, pero las conclusiones publicadas por la NASA durante la última semana no han hecho sino ponérmelo aún más fácil.

«han sido necesarios 17 meses de experimentos intensos para comprobar que, efectivamente, la Tierra arrastra el espacio-tiempo a su alrededor, como si de una bola de bolos en una lámina de goma se tratara; el planeta ocupa un hueco significativo, tal y como sospechó Einstein.»

La teoría de la relatividad, para los profanos al mundo de la física, es algo que nos suena, pero que yo, personalmente, no soy capaz ni de entender, y mucho menos capaz de tratar de explicar. Básicamente, se refiere a algo que no sucede en nuestras cocinas, o en nuestra vida diaria…o si? Es fundamental para poder entender los conceptos que posibilitan el uso de los navegadores GPS, los viajes espaciales, etc.

Parece increíble cómo este hombre, tan nobel él, tan consciente de problemas que afectaban afectan a la humanidad y vías de solución, se enfrenta a la cámara para convertir uno de sus apéndices, en la lengua más versioneada de la historia. Sin duda, tenía una gran cantidad de energía en reposo. Sin duda, esta imagen está grabada en mi retina, ya que era una de las miles que han decorado mis carpetas durante mis años de estudiante.

Sin duda, esta imagen se ha convertido en un icono cultural del Siglo XX.

Teorías de la relatividad

Esta foto la conocimos en el 94. Recuerdo que la imagen saltó de la tele a mi cerebro y me golpeó con dureza. Las palabras del ganador del Publitzer, Kevin Carter, «¿qué podría haber hecho? ¿qué habría cambiado si le hubiese ayudado? ¿cuál habría sido la diferencia?» retumbaron en mis oídos con mucha más fuerza que la imagen ganadora…

La fotografía merecedora del premio con más caché dentro del fotoperiodismo, recorrió portadas de revistas y de telediarios, generó cientos de reportajes sobre la situación de penurias, enfermedades y hambrunas de Sudan, y era muy sencilla. Mostraba la figura esquelética de una niña desnutrida, agotada y a punto de morir, mientras que en un segundo plano, la figura de un buitre caminando tras ella, acechaba el momento en el que la niña no tuviese ya fuerzas ni para moverse…

El angelito de Carter, en un alarde de profesionalidad, preparó la foto, trató de conseguir la imagen del buitre con las alas abiertas y más cerca de la niña y para lograr esa imagen ansiada, se pasó 20 minutos esperando…por desgracia para él, no llegó a ocurrir y se tuvo que conformar con la foto que conocemos.

Según él, ahuyentó (menudo detalle) al buitre.

Según él, la niña se recuperó lo suficiente para seguir su camino…por lo menos, hasta que Carter le dio la espalda.

Todos los días, un niño muere de hambre cada siete segundos. La verdad es que Carter no habría solucionado el hambre en el mundo, pero a quién le importaba no solucionar el problema, si por lo menos, ese buitre en ese precioso momento, se hubiese quedado sin comida.

Al recibir el premio, el Sr. Carter declaró que «Es la foto más importante de mi carrera pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla. La odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado a la niña.» Todas las cosas son relativas, hay quien las valora desde un punto de vista global y hay quien las sufre en sus propias carnes y no puede permitirse ese tipo de análisis. 

Cuatro meses después, abrumado por la culpa y conducido por una fuerte dependencia a las drogas, Kevin Carter se quitó la vida.

Manual de estilo

Durante un tiempo tienes tu propia audiencia. La gente quiere ver hasta dónde eres capaz de llegar, incluso pueden tratar de entender tus razones, criticarlas, evitar el fatal desenlace. Desde mi punto de vista, resulta significativo cómo hasta para un acto que pretende dejar claro al espectador una protesta, el manual de estilo marca la diferencia. 

Utilizando el nexo del blog, la fotografía, dejo que sean ellas las que hablen. 

En una esquina del ring, Thich Quang Duc, monje budista vietnamita nacido en 1897. En la otra, Iñaki. 

 

 

 

 

Por cierto, mientras el cuerpo de Thich Quang ardía, el monje se mantuvo completamente inmóvil. No gritó, ni siquiera hizo un ruido.

Las imágenes hablan por ellas mismas

Real, brutal

La intención era inaugurar el blog cuando supiese/averiguase cómo incluir videos. Ya sabes, adaptar tu generador de fluzo a la junta de la trócola del plugin correspondiente. En resumen, que no era capaz.  Ahora es plug and pray, y funciona.

Lo dicho, queda inaugurado el blog.